Vivir en la Alhambra es un sueño que pocos han podido cumplir. Washington Irving (1783-1859) fue uno de los afortunados.
Irvin fue uno de aquellos viajeros con afán de escritor que durante su viaje a Sevilla y Granada quedó fascinado por gastronomía, los paisajes y la riqueza de la civilización árabe en el sur de España. El contacto directo con el flamenco, la cultura y las tradiciones de la región inspiraron algunos de sus relatos más famosos, como “Historia de la Conquista de Granada”.
Vivir en la Alhambra es un sueño que pocos han podido cumplir. Washington Irving (1783-1859) fue uno de los afortunados.
Irvin fue uno de aquellos viajeros con afán de escritor que durante su viaje a Sevilla y Granada quedó fascinado por la gastronomía, los paisajes y la riqueza de la civilización árabe en el sur de España. El contacto directo con el flamenco, la cultura y las tradiciones de la región inspiraron algunos de sus relatos más famosos, como “Historia de la Conquista de Granada”.
En su segunda visita a Granada tuvo el privilegio de hospedarse en la Alhambra como huésped de honor. En concreto, ocupó la estancia de El Prado, cerca de la sala de las Dos Hermanas. El Patio de los Leones y el Salón de Embajadores eran sus lugares preferidos para desayunar.
Esta experiencia le sirvió para escribir “Cuentos de la Alhambra”, donde narra diferentes historias y leyendas sobre Boabdil y la Torre de las Infantas, entre otras.
Posteriormente y gracias a su fuerte vínculo con Granada, Irvin llegó a ser embajador de los Estados Unidos en España entre 1842 y 1846.
En su recuerdo, pueden encontrarse tanto una placa en la Alhambra como una estatua en los bosques de Granada.
Cómo llegar:
Con la parada nº 1 del tren turístico pude llegar a la Alhambra: https://granada.city-tour.com/es/rutas-tren-turistico-granada/ruta-alhambra/alhambra-generalife
