La calle Alhóndiga debe su nombre a las varias alhóndigas o establecimientos de compraventa de productos que hubo en la antigua Granada. En época medieval, esta zona era conocida por su gran importancia en el mercado de la seda. Actualmente, la calle Alhóndiga es el centro neurálgico del comercio granadino. En un paseo de pocos minutos llegará a la Iglesia de la Magdalena, obra clave del barroco granadino y edificio religioso atribuido a Alonso Cano. Desde la Iglesia de la Magdalena puede llegar al Aljibe de San Miguel, un arco de herradura sobre fustes de columnas romanas que abastecía de agua a parte de la población de Granada.